A nadie se le escapa la singularidad que ha supuesto en todos los órdenes de la vida el año 2020, el que más y el que menos se ha visto afectado de alguna manera por la pandemia que nos asola.

En el ámbito del golf todos los actores han sido perjudicados, pero quienes más han sufrido las restricciones han sido los campos de golf. La Federación Cántabra de Golf, consciente de este hecho, ha realizado una aportación especial a todos los campos de Cantabria para intentar ayudarles, en la medida de lo posible, en los gastos extraordinarios a los que han tenido que hacer frente.

En el primer semestre se estableció una línea de ayudas para sufragar parte de los gastos realizados al implantar medidas de protección frente al COVID-19 reflejadas en los protocolos de apertura elaborados por la Autoridad Sanitaria y por la Real Federación Española de Golf.

En el último semestre del 2020 se estableció una segunda línea de ayudas para dotar a todos los campos de material nuevo (bolas de prácticas, estacas, barras de salida, banderas, astas, cazoletas, etc.) que beneficiasen a los jugadores y supusiesen una mejora en las dotaciones de la instalación.

Económicamente ha supuesto un esfuerzo extraordinario para la Federación Cántabra de Golf, pero es una forma más de cumplir con el objetivo principal que la guía que no es otro que el servicio al federado.

En estos momentos ya se está trabajando en la normativa que dará forma a las Ayudas a Campos, Clubs y Jugadores para el año 2021.