Si la denominada “nueva normalidad” lo permite, Felipe Gómez Díaz (2001) podrá hacer realidad su ilusión de siempre, estudiar y jugar al golf en los Estados Unidos. Nacido en Cádiz cuando sus padres (ambos cántabros) residían en la provincia andaluza por motivos laborales. Desde su casa en el Puerto de Santa María se veía la bahía gaditana y uno de los hoyos del Real Golf de Vista Hermosa. Todo un presagio.
El primer regalo de Reyes del que tiene conciencia fue un juego de palos de golf de plástico. Enseguida entró en un curso de iniciación. Su monitor le permitió jugar su primera competición con 4 años. Cinco años duro su estancia en la ciudad portuense.
De Cádiz, se trasladó a Zaragoza, donde se hicieron socios del Club de Golf Los Lagos, a 20 minutos de la capital aragonesa, y siguió practicando el golf durante cinco años más antes de regresar con sus padres a Cantabria.
P: Con once años recalas en Cantabria. Me imagino que después de tanto trasiego no te costaría mucho adaptarte a la nueva situación.
R: Pues la verdad es que no. Todos los años veníamos por vacaciones o por navidades a Queveda, a casa de mi abuelo materno, por lo que ya estaba acostumbrado.
P: ¿Qué tal fue la incorporación al colegio?
R: Bien, tanto en el colegio del Sagrado Corazón de Torrelavega, que fue mi primer colegio en Cantabria, como en Colegio Calasanz, al que fui cuando nos trasladamos a vivir a Santander, me sentí muy cómodo, perfectamente integrado.
P: ¿Y el golf?
R: Jajaja. Ahí sin tregua. Nada más aterrizar en Queveda, mis padres me trajeron al campo de Mataleñas, del que eran socios desde su creación, para hacerme socio a mí. Con lo que los fines de semana y en vacaciones, bien en el campo de prácticas, o en el campo de juego, o tomando clases, siempre estuve jugando al golf.
P: ¿Con qué triunfo de la temporada pasada te quedas?
R: Hombre, todos cuentan, pero si tengo que destacar alguno diría que el Campeonato Regional de Profesionales de Cantabria 2019, (aplazado en su día, se jugó en febrero 2020) que me dejó un gran sabor de boca para afrontar con ilusión el confinamiento que se nos venía encima. También tengo en gran estima la victoria en la Copa Federación Cántabra, fueron cuatro jornadas intensísimas de golf. Por equipos, me quedaría con el Campeonato de España Interclubs de P&P, con Mataleñas.
P: Siempre se te asocia más al juego corto.
R: Yo no lo veo así, de hecho, participo en toda clase te torneos sin preferencia alguna. De las victorias que he destacado, dos son de juego largo. Los torneos de P&P se asemejan a los tradicionales. Menos en los pares cinco, dado el primer golpe, te encuentras la bola a cien metros de la bandera, distancia en la que empiezan los torneos de juego corto. Pienso que, a más experiencia competitiva con el blaster y el putt, (que suelen ser los golpes que más cargan las tarjetas) mayor probabilidad de cara embocar. La confianza que se adquiere en las competiciones de P&P dan más solvencia a la hora de, por ejemplo, remediar una mala salida. Sentirte con firmeza a 100 metros de la bandera, al menos para mí forma de entender el juego, es fundamental.
P: ¿Qué destacarías de tu juego?
R: Sobre eso, sólo puedo decirte lo que me comentan los profesores: que soy habilidoso y que tengo toque sutil.
P: Tienes fama de ser habilidoso también con los estudios.
R: (Se ríe). Bueno, hasta ahora no se me ha dado mal.
P: ¿En qué instituto estas matriculado?
R: En el José María Pereda.
P: Este año finalizas 2º de Bachiller
R: Sí.
P: ¿Qué tal?
R: Bien. Aunque a falta de los últimos exámenes, por los trabajos y los exámenes trimestrales, espero no tener problemas.
P: ¿Que tal llevas lo del inglés?
R: Muy bien, de siempre fui a colegios bilingües, además, mi madre es profesora de inglés.
P: Te pregunto lo del inglés porque se te acerca el momento de cruzar el charco…
R: Sí. La verdad, es que, si todo esto de la pandemia se normaliza, me gustaría cumplir mi ilusión de siempre: estudiar y jugar al golf en Estados Unidos. Será duro, pero me hace mucha ilusión.
P: ¿Qué dice la familia?
R: Está conforme. Lógicamente, sin el esfuerzo económico que tendrán que hacer por mí, nada de esto sería posible. Espero no defraudarles.
P: ¿Qué universidad has elegido?
R: La Missouri Valley College, en Marshall, Missouri.
P: ¿Qué carrera?
R: Quiero hacer Matemáticas. Al tercer año tendré que decidir si voy por Big Data, Ingeniería o Finanzas. Pero bueno, para decidirme queda todavía mucho trecho. Partido a partido (se ríe).
P: Te van las matemáticas
R: Sí, de siempre me sentí muy a gusto con las matemáticas.
P: ¿Cómo estás llevando el confinamiento?
R: Relativamente bien, preparando los exámenes por un lado y, por el otro, haciendo ejercicio para mantener el tono muscular, con las lógicas restricciones que tiene el vivir en un piso (se ríe).
P: Habrás agradecido que entrásemos en segunda fase del confinamiento.
R: (Se ríe). Bueno, al menos he podido quítame un poco el mono. He jugado un par de veces en el Abra del Pas.
Me alegro mucho. Espero que todo se tranquilice y puedas cumplir tu ilusión de siempre. Gracias Felipe, un abrazo y mucha suerte.
Entrevista de: Tomás Blanco Álvarez