La prestigiosa Worth School está situada en el edifico de la abadía de Worth, en Turners Hill, cerca de Crawley, 58 kilómetros al sur de Londres. Se trata de un internado formado por los benedictinos en 1617, aunque no fue hasta 1959 cuando encontró su sede definitiva en la abadía de Worth. The Worth (como popularmente se conoce a la escuela), es uno de los miembros de la Conferencia de Directores de Escuelas, de la que forman parte otros colegios de élite, como Westminster, Eton o Winchester College.
Este es el prestigioso centro educativo que el jugador cántabro, Yago Rio Aja, ha escogido para terminar el bachiller.
P: ¿Por qué te decidiste por este centro?
Respuesta: El idioma y el no estar tan alejado de casa como si me hubiera decidido por EE.UU. El inglés lo tendré más o menos controlado en los tres años que estaré por aquí, es muy bueno de cara al futuro. Por otra parte, la práctica del golf en este centro es de primer orden.
P: ¿Dónde te encontró la pandemia?
R: En La Worth. Cuando regrese de las vacaciones de Navidad había rumores, pero no se les daba importancia, era como si el Covid-19 fuera un problema solo de los chinos. Dos semanas antes de las vacaciones de Semana Santa la historia cambió, la dirección del centro anunció que cerraban la escuela en breve. Los españoles, que hay unos cuantos, sobre todo madrileños, empezaron a retornar a sus comunidades de origen. Yo salí de los últimos, dos días antes de que comenzasen las vacaciones.
P: ¿Como es la escuela?
Por fuera, el edificio es un monumento histórico, en sus tiempos fue una abadía de los benedictinos, por dentro está totalmente reformado y adaptado a las nuevas tecnologías. Es muy cómodo.
P. ¿Qué cambios encuentras entre en la enseñanza entre del Reino Unido y nuestro país?
No tiene nada que ver. Aquí son más rígidos y estrictos en el comportamiento en clase. Pero a la vez el profesorado está súper atento a tus necesidades. Te dedican el tiempo que sea necesario. Fuera de clases los profesores son uno más. Hay muy buen ambiente, estoy contento.
P: ¿Qué tal la adaptación?
Fatal. Me resulto durísimo. Mi nivel de inglés no era suficiente y fue desesperante la sensación de impotencia el primer mes. Metí horas a trisca. Apenas dormía. Poco a poco, con la ayuda de los profesores, todos estuvieron pacientes y compresivos conmigo, fui aclarándome y mejorando con el inglés. Con el tiempo me empezó a ir mejor y, sobre todo, conseguí dormir algo más. Al finalizar el trimestre ya me defendía dignamente en el día a día.
P: Supongo que te quedas en la misma escuela.
R: Sí, todos somos internos, es norma de la escuela. Este primer año comparto habitación, mi compañero es de Manchester. Por lo visto, el segundo año se necesita más tiempo para el estudio y nos asignaran habitaciones individuales.
P: ¿Es cierto que los ingleses son tan estrictos como parecen con los horarios?
R: Sí. Los horarios son súper rígidos. Las clases van de lunes a sábado. Nos levantamos todos los días las siete de la mañana. Los lunes y viernes, que no hay golf, las clases van de nueve a cinco. Después de una pequeña merienda tenemos gym de siete y media de la tarde a nueve de la noche. Los martes, miércoles, jueves y sábados, las clases son de nueve a una. Después de comer, al campo.
P. No te quejarás por falta por golf… ¿Qué tal son las instalaciones?
R: El Campo al que vamos es el Tilgate Forest Golf Centre, está en Crawley, muy cerquita del colegio. No es muy largo, de calles estrechas y con viento, día sí y día también, por lo que es un campo muy exigente. Y más si le da por llover.
El campo de prácticas es espectacular y está súper cuidado. Tiene hasta simuladores de juego, así que cuando el tiempo se pone feo podemos jugar en el simulador, escogiendo campo o torneo. Es una pasada.
Además, he tenido la suerte de que uno de los profesores de golf es amigo de Mariano Saiz, el gerente de Santa Marina.
P: ¿Cuántos componentes formáis el equipo de golf?
R: Cuatro. Dos ingleses, un alemán y yo.
P: ¿Hay buen ambiente dentro del cuarteto?
R: Sí, hay bastante buen rollo.
P: ¿Contra quién compites en la HMC LEAGUE?
R: Participan todas las escuelas de la zona sur de Inglaterra y el nivel es bueno.
P: ¿Qué resultados has conseguido en los cuatro torneos de la HMC LEAGUE en los que participaste durante el primer trimestre?
R: Gané uno. En los otros tres hice dos segundos y un tercer puesto.
P: De esta te hacen capitán del equipo.
R: (Se ríe).
P: ¿Y en el segundo trimestre?
R: No se juegan torneos durante el segundo trimestre, por el mal tiempo y porque a las 13:30 ya es de noche. Hemos jugado algún amistoso entre semana, sin más.
P: No me queda otra que preguntar por la comida.
R: Un desastre. Insufrible. Pero hay que comer. Menos mal que tengo un buen surtido de ibéricos y por lo menos de vez en cuando le doy una alegría al estómago.
P: ¿Y las notas del primer trimestre?
R: Bien. Saque una media de 6,5. Pero estoy contento, por la dificultad del idioma y la adaptación al sistema de estudios.
P: ¿Algún problema para el regreso?
R: No. Todo perfecto.
P: Me imagino que las clases siguen online
R: Sí. También los exámenes finales serán online.
P: ¿Lo llevas bien?
R: Sí. Pero se aprende menos que en las clases presenciales, online hay mucha menos materia. Además, a mí me venía muy bien practicar el idioma, en clase y con los demás alumnos y mi compañero de habitación. Qué se le va a hacer.
P: El famoso fin de semana inglés a ti se te queda solo en el domingo ¿en que lo empleas?
R: Aprovecho para dormir algo más. Luego al campo, golf, golf y golf, a muerte.
P: ¿El Brexit te puede acarrear algún problema a la hora de cursar el segundo año?
R: Nos dicen que en principio no, pero….
P: ¿Cómo llevas el confinamiento? ¿Además de las clases en línea, te has marcado alguna rutina? ¿Puedes entrenar? ¿Cursos de inglés?
R. Sobre el inglés. Tengo un programa específico que me ha pasado la Worth. Procuro ver todo lo que puedo en inglés, películas, videos… Hago mucho físico, procuro pasar de largo de la cocina, el frigorífico es un peligro. En cuanto al golf, sólo puedo mirar la bolsa de palos. Es lo que hay.
P. ¿Expectativas?
R. Mi ilusión es el golf, me encantaría llegar a profesional, pero no descuidando los estudios. Una vez que termine el bachiller estoy pensado en dos ingenierías, la aeronáutica o la electromecánica. Ya veremos.
Suerte Yago. Que se te haga corto el confinamiento que nos queda por pasar.
Entrevista de: Tomás Blanco Álvarez