Entrevista a Ana Sainz de Rozas “Les debo una visita a mis amigos de Barrett”

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Minnesota limita al oeste con los grandes lagos y al norte con Canadá. Se trata de un estado especialmente conocido por su belleza natural, sus grandes espacios abiertos y sus largos inviernos, pero también por su tradición artística (Bob Dylan, Prince, Judy Garland…) y deportiva, no en vano, se trata de uno de los pocos estados que tiene un equipo en las cinco grandes ligas profesionales estadounidenses: baloncesto, beisbol, fútbol americano, hockey y fútbol.

También se trata del lugar elegido por la joven golfista cántabra, Ana Sainz de Rozas, para terminar 4º de la ESO, perfeccionar el inglés y mejorar su golf (y su baloncesto). Concretamente, se trasladó a Barrett, un bonito pueblo en el noroeste de Minnesota que, junto con otros pequeños pueblos de la zona, conforman el distrito escolar de West Central Area Schools, en cuya sede central, situada en Barrett, se matriculó nuestra protagonista de hoy.

 

P: Querida Ana ¿porque Minnesota?

R: La organización con la que mis padres estaban tratando que pudiera hacer 4º de la ESO en Estados Unidos les puso en contacto con una familia en la que el padre impartía clases de golf y de baloncesto en la West Central Area Schools. Además, tenían una hija de mi edad. El prestigio de la escuela y que fuesen los dos deportes que practico en Santander, me decidieron a hacerlo.

P: La intención, dado que solo ibas por un año, era hacer el curso del tirón.

R: Sí, eso era lo programado. Fui en agosto de 2019 para regresar cuando acababa el curso allí, por junio de 2020.

P: ¿Qué tal te adaptaste a tu nueva casa?

R: Muy bien. Enseguida me hice amiga de Lexi y me llevaba muy bien con sus padres. Quitando el tema de las comidas, que eso si fue muy duro, todo lo demás salió perfecto.  Lexi me presento a todos sus amigos, así que los días que tuve libres antes de comenzar el curso me lo pasé súper bien.

P: ¿Y el sistema educativo norteamericano?

R: También muy bien. Las clases son como más autodidactas, no tratan de que te lo aprendas todo de memoria, prefieren la compresión de los temas a que lo sepas todo de carrerilla. A mí me resultaron más llevaderas, menos agobiantes.

P: ¿Cuántos alumnos hay por clase?

R: Veinte.

P: ¿Había más españoles?

R: No, yo sola.

P: ¿Cómo son los horarios? ¿Te costaron?

R: Sin problema. Por la mañana, las clases eran de 08:20 a 15:15, con una parada a las 12:30 para comer. Por la tarde, nos daban las clases de los deportes que habíamos escogido.

P: ¿Y esas notas?

R: Bastante bien. Sólo pude hacer tres cuartas partes del curso. En marzo, por el coronavirus, tuve que regresar a España. No porque en la zona hubiera problemas, sino porque había rumores de que se iban a cerrar los aeropuertos y me preocupaba quedarme allí o peor, por el camino, hasta Dios sabe cuándo. Me dolió irme, pero había que hacerlo, sobre todo por la tranquilidad de mis padres.

P: ¿Sigues online las clases pendientes del último trimestre?

R: Sí, algo hago, pero no se dan tanta materia como en las clases presenciales.

P: ¿Y las clasificaciones finales?

R: Creo que nos darán a todos las mismas puntuaciones que obtuvimos en el primer semestre.

 

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P: ¿Me imagino que podrás convalidar el curso en España?

R: Sí, claro.

P: ¿Has mejorado mucho con el inglés?

R: Sí. De eso estoy muy contenta. Verte en la obligación de hablar en inglés porque no hay otra, te hace espabilar muy rápido.

P: ¿Llegaste con el buen tiempo, pero enseguida la climatología cambió?

R: Sí, la verdad es que allí los inviernos son increíbles. Nieve, viento y frío día tras día. Apenas se pude salir a la calle.  

P: ¿En que afecta ese duro invierno a las clases, al golf, al baloncesto?

R: A las clases del curso en nada. Con los deportes es distinto. En primavera y verano se compite a los deportes que son al aire libre y en otoño e invierno, se compite a los deportes en cubierto, en pabellones.

P: ¿Qué nivel tenían los alumnos que estaban apuntados a golf?

R: Bueno. Sin exageraciones. Con respecto a mí, tras verme entrenar, decidieron que pasaría a formar parte del equipo de la escuela, que compite con las demás escuelas de la West Central Area, pero la competición empezaba en primavera así que… En baloncesto disfruté y aprendí muchísimo. El baloncesto allí es otra historia.

P: ¿Cuál fue el momento más duro?

R: Sin duda en Navidad. Aunque me sentí muy arropada por mi familia de acogida, estar lejos de mis padres y de mis hermanos en esos días me resultó muy difícil. Lo pasé muy mal.

P: ¿Encontraste algún problema para salir del país en el viaje de vuelta?

R: No. Todo bien.

P: ¿Qué tal llevas el confinamiento?

R: Regular, un poco aburrida. Aparte de las clases on-line, que no son ni largas, ni muchas, me centro en el inglés. Un poco de TV, otro poco hablar con las amigas…

P: ¿Mantienes contacto con tus amigas y amigos de Barrett?

R: Por supuesto, y muy a menudo. En los casi nueve meses que pase en Barrett con ellos, formamos un grupo muy divertido. Los quiero mucho.

P: ¿Puedes entrenar algo?

R: Imposible. No tenemos jardín ni nada que se le parezca, así que me toca esperar a que se acabe el confinamiento.

P: Ahora que estas de nuevo en casa, ¿qué echas de menos de tu estancia en Estados Unidos?

R: Sin duda alguna, a mis amigos. A Lexi en especial.

P: Si tuvieras alguna posibilidad de regresar a Barrett, ¿volverías?

R: Sí, sí, claro. Vamos, sin dudarlo un instante. De alguna manera les debo una visita.

 

Muchas gracias, Ana, por el tiempo nos has dedicado. Que lo que queda de confinamiento sea cortó y pase rápido para volver a disfrutar de tu presencia y de tu juego en los campos de golf de Cantabria.

Entrevista de: Tomás Blanco Álvarez